Efraín Huerta
Museo del Bargello, Florencia. Fotografía Luis Rico Chávez
Criatura irresistible, nube, voz de mi sueño,
suave espejo nupcial, escúchame en tu vida,
víveme con tu vida, ámame con tu amor
y déjame a tus plantas como raíz despierta.
Eres el árbol vivo de mi antiguo paisaje,
criatura hecha de amor, amorosa criatura;
eres la estatua dócil y la violenta lluvia,
y eres canto y silencio en mi templo de carne.
Criatura, piel de mi alma y sangre de mis labios:
deja que mi dolor se apoye en tu valiente
y sana juventud; deja que mis deseos
sean el vivo reflejo de tu propio deseo.
Criatura hecha de besos, criatura siempre mía:
una orquídea en tu cuerpo me llama desde siempre,
y yo la bebo entera con mis labios-cuchillos
y me muero de fiebre sobre tu pecho abierto.
Eres diosa en mi sueño, hembra de mi delirio,
espejo de mi piel y azucena en mis brazos.
Déjame ser la espina nupcial y soberana
de tu soberbia vida. Déjame ser feliz.
Nació en Guanajuato (1914) y falleció en la Ciudad de México (1982). Inició estudios de Derecho que abandonó para dedicarse a la literatura y al periodismo. Destacó como crítico de cine. Perteneció a la revista Taller, en la que colaboró junto con Octavio Paz. Recibió las Palmas Académicas de parte del gobierno francés y el Premio Nacional de Poesía de México. Algunas de sus obras: Los hombres del alba, Estampida de poemínimos, Poemas prohibidos y de amor, Transa poética, Permiso para el amor, El Tajín.
Dafne poseída. Poesía