Tu mundo es blanco y negro y sin embargo alberga un furtivo arco iris.
II
Tu historia se escribió con sangre y sudor y con un río infinito de lágrimas. Una infancia dolorosa, una adolescencia turbulenta y gris, la juventud llena de horizontes de mundos por habitar y sueños por construir. Una existencia exuberante, vital, plena de sorpresas e intensos amaneceres, de dolor, placer, y noches frías y taciturnas, envidiada por los hombres grises. Pero tu padre torció en la esquina equivocada y tu madre arrulló su vientre en una virginidad estéril.
III
En este parpadeo tu vida se desangra en un otoño sin frutos.